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Deja vu en el Camp Nou

Diego SanFer | Alex Soto  |  12 de diciembre de 2015 (22:00 h.)

Como en la última visita al Camp Nou el Deportivo volvió a puntuar tras igualar un 2-0. Lucas y Álex Bergantiños fueron los goleadores en un encuentro donde los coruñeses jugaron de tú a tú al líder FC Barcelona (2-2)

Foto: La Liga

El Deportivo volvía al escenario donde consiguiera la milagrosa salvación en la última jornada de la pasada temporada, el Camp Nou. Aunque esta vez las circunstancias eran bien distintas, sobre todo para los blanquiazules que atraviesan su mejor momento de las últimas temporadas. El encuentro ante el FC Barcelona se presentaba como una magnífica ocasión para calibrar el rendimiento de un Depor en claro crecimiento.

Sin variar el dibujo táctico ni la premisa de trabajo, solidaridad y presión, Víctor Sánchez del Amo modificaría su once para dar entrada a Fayçal en lugar del sancionado Pedro Mosquera manteniendo así a los mismos protagonistas de las últimas jornadas. Desde los primeros compases se pudo apreciar a las claras el plan del técnico madrileño, ahogando con la presión la zona de creación blaugrana y obligándolo a circular el balón con pases largos, además del trabajo vital de Lucas y Jonathan que no dejaron ni un solo momento de respiro a la zaga local.

El primero en avisar, como no podía ser de otra manera, fue el Barça en un disparo de Luis Suárez tras dejada de Sandro que se marchaba ligeramente desviado de la meta defendida por Lux. El Depor olía la suya después de avisar en un par de ataques que no venía a la Ciudad Condal para ser un convidado de piedra, y Jonathan tendría en sus botas la ocasión más clara de la primera parte al no lograr superar a Bravo en el mano a mano. Silencios y murmullos en el Camp Nou, que comenzaba a ver como los herculinos iban creciendo con el paso de los minutos ante la incapacidad del Barcelona para “meterles mano”. La única de opción de acercamiento al arco del ‘Poroto’ vendría de las botas de Messi a balón parado, primero en un disparo con intención aunque sin fuerza que Lux detuvo sin problemas. Pero el astro argentino no suele desperdiciar segundas oportunidades y en un calco de la anterior falta, lograba inaugurar con una soberbia ejecución ante la que nada pudo hacer el guardameta deportivista. Demasiado premio para un Barça que se iba al descanso con ventaja en el electrónico.

A la vuelta de vestuarios Víctor decidía mover ficha dando entrada a Juan Domínguez en detrimento de Luisinho, reforzando de este modo el centro del campo y buscando un poco más de posesión. Los culés salieron con brío en el segundo acto para intentar poner tierra de por medio, pero el juego por el centro era una quimera para los blaugranas gracias al inconmensurable trabajo de Sidnei, Arribas y Álex Bergantiños. El de la Sagrada está correspondiendo con sobresaliente la confianza de Víctor, que ha sabido inculcar varios conceptos para potenciar las cualidades del coruñés. El Depor respondería por medio de Jonathan en un centro que no logró rematar con claridad cuando estaba libre de marca.

El partido entraba en un monólogo de posesión blaugrana aunque sin llegar a más, hasta que Rakitic en una de sus especialidades enviaba un misil desde el vértice del área imposible para Lux, subiendo el 2-0 y trayendo viejos recuerdos al imaginario deportivista, que con media hora parte por delante aún creía en dar algún susto o incluso la campanada nuevamente. Entonces fue cuando apareció la figura de Cardoso, que emulando a su compatriota Salomão en la tarde de la salvación, saltaba al verde del Camp Nou sin arrugarse y tirando del carro en el ataque coruñés. No llevaba ni 5 minutos en el campo cuando de sus botas nació la avalancha blanquiazul, al disparar con su pierna mala al larguero de Bravo tras rebotar en Mascherano. Lucas marcaría en el rechace pero el gol era anulado por fuera de juego. Minutos después repetirían los mismos protagonistas, en una fantástica conducción de Cardoso que filtra un pase para dejar solo a Lucas ante Bravo, al que batió tras acomodar el esférico a su ‘zurdita’ de oro. El gol de la esperanza, el de creer que nuevamente sí se podría.

El duelo se tornó entonces en un intercambio de golpes. El Barça con las prisas para sentenciar el encuentro pero descuidando la faceta defensiva, algo que dio alas a un Depor al que la situación le venía como anillo al dedo. Tanto que en el minuto 85, en una contra de las que ya son marca de la casa, el incansable Lucas enfilaba la portería de Bravo con la única compañía de Álex Bergantiños que llegaba un poco más retrasado en la jugada. El ‘pichichi’ blanquiazul centró para que Álex enganchase de primeras un chut perfecto dejando a Bravo para la estatua. Dos coruñeses, uno de Monelos y otro de la Sagrada, poniendo patas arriba el Camp Nou y dando un golpe en la mesa para mandar un aviso a navegantes de que este Depor no va de coña.

Un deja vu en toda regla el vivido este sábado por el transcurso del encuentro y la manera de sobreponerse a las adversidades en forma de goles. Un equipo que jornada tras jornada sigue creciendo en una idea y un estilo claros, sin filosofías ni humos, con trabajo, solidaridad y porque no decirlo, ¡con muchos huevos!

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