La buena voluntad del Consejo de Administración del Deportivo se pone de manifiesto al aceptar que, el único interlocutor válido para negociar la paz social con un sector de aficionados deportivistas, no sea el Consejero responsable del Área Social. El deportivismo es calle, bar, trabajo, familia, amigos.  Enrique Calvete es una persona entrañable, en las distancias cortas gana al personal. Los deportivistas discordantes con la actuación del Consejo de Administración durante los días posteriores al asesinato de Jimmy, encontraron en su persona a un buen interlocutor.

El fútbol nada tiene que ver con el funcionamiento empresarial, lo decía al principio del proceso electoral, cuando el Conquistador llegaba al mismo con armas nuevas. La flexibilidad tiene que ser total, encorsetarse como pretendían hacer algunos craneotecos del Consejo de Administración, es un viaje a ninguna parte. 

Estamos en una semana decisiva para llegar a alcanzar la paz social deseada por todos los deportivistas. Será difícil suscribir las partes un acuerdo total, pero no imposible. Los arietes de Constantino harán todo lo posible para que no se produzcan acuerdos y utilizarán torticeramente el aniversario del asesinato de  Jimmy para volver a atizar el fuego de una fragua que, no necesita gasolina para que las llamas alcancen el cielo.

Los “guerreros” de twitter  son conscientes que el último tren va a pasar, tratan de agarrarse como lapas a los vagones para seguir azuzando y así continuar obteniendo notoriedad, aunque cada vez, por culpa de los malditos resultados positivos, van quedando menos azuzadores.

En bares, cafeterías, trabajo y en todos los lugares donde se respira deportivismo, solo interesan los resultados. Esta semana en las tertulias, el denominador común es el resultado del derbi. Esto es fútbol, queridos lectores, el resto milongas y tangos de tangar al personal.

Volviendo al comunicado del Consejo. Es obvio que no agradará a todos, si es que se llega al consenso. El Real Club Deportivo de la Coruña, SAD no goza de la simpatía de muchos clubes españoles de fútbol, no entienden como un equipo con una deuda de más de cien millones de euros, no hubiese descendido. El Elche, con menos de diez millones de euros de deuda, está jugando en Segunda División. O la "ayuda" de Carlos Negreira  pidiendo a sus amigos del PP que introdujesen una enmienda de la Ley Concursal  para aliviar la carga que pesaba sobre el club herculino. El Deportivo debía abonar de manera inminente 10,8 millones del impuesto de sociedades. Con las reformas propuestas por el Senado y aprobadas por el Congreso, el plazo se alargaba 34 años. Esas son los motivos que obligará al Consejo, o a su presidente, a  ser prudentes a la hora de hablar o emitir un comunicado.  Desde Madrid mirarán con lupa todas las actuaciones emanadas desde el Deportivo.

Jimmy merece una explicación convincente y sobre todo, debemos unirnos, formando una piña sin fisuras para reclamar justicia, comenzando por el Consejo de Administración del Deportivo. Corresponde al presidente ser el primero en dar la cara, es gestor de miles de sentimientos, por esa razón, Constantino Fernández debe ser claro, tiene que saber cuáles son las reglas del juego y si juega en campo propio o contrario.