Quienes aspiran al título deben saber ver las oportunidades. Incluso más, cuando la definición parece ser tan cerrada. Eso es lo que hizo Lewis Hamilton. El piloto de Mercedes aprovechó el abandono de su compañero y (hasta antes de la carrera) líder de la Fórmula 1, Nico Rosberg; se impuso en el Gran Premio de Singapur y se subió a lo más alto del campeonato.

Sin el alemán de Mercedes en la pelea, Red Bull volvió a subirse al podio por partida doble. El multicampeoón Sebastian Vettel completó la carrera en el segundo lugar, mientras que su compañero, el australiano Daniel Ricciardo, completó el podio.

 

 

Nico Rosberg abandonó en la vuelta 15

Luego de que su monoplaza volviera a registrar problemas eléctricos, que ya lo habían afectado en la largada, cuando debió ser asistido. Hamilton, por su parte, demostró que esta temporada es una pelea cabeza a cabeza entre los pilotos de Mercedes. El británico, que largó en la primera posición, se impuso por 13 segundos sobre los Red Bull, para arrebatarle la cima al alemán.

"Habría sido una carrera durísima si Nico hubiera seguido en la competencia, porquesu carro es muy ponente'', dijo Hamilton, que cruzó la meta dos horas antes de la medianoche en el único Gran Premio nocturno del calendario para celebrar su segundo éxito consecutivo y el séptimo del año. "No fue perfecto", aclaró, en cuanto a la ausencia de su compañero, con quien no tiene una cercana relación.

El español Fernando Alonso (Ferrari), que intentó una apuesta arriesgada al cambiar de neumáticos cuando salía a la pista el coche de seguridad, terminó cuarto porque Hamilton fue muy rápido de principio a fin para imponerse a todos sus rivales, ya fuera con gomas blandas o súper blandas.