Jeffrey Webb, ex presidente de la Concacaf, se declaró "no culpable" de las imputaciones que le formuló el Departamento de Justicia de Estados Unidos y pagó una fianza de US$ 10 millones para evitar quedar preso. Entre los bienes figuran 10 propiedades, una Ferrari, relojes de lujo y hasta el anillo de bodas de su mujer. Webb, nacido en las Islas Caimán y mencionado como un hipotético candidato a suceder a Blatter al frente de la FIFA, fue el único de los siete ex dirigentes detenidos en Suiza el 27 de mayo que aceptó ser extraditado a los Estados Unidos. El acuerdo entre la Justicia de Estados Unidos y Webb estipula que el ex directivo debe vivir a "no más de 20 millas" del juzgado del distrito Este de Nueva York, y que debe pagar por el sistema de tobilleras magnéticas mediante el que será vigilado.

El detalle de los bienes ofrecidos por Webb incluye dos autos de su mujer, la doctora Kendra Gamble-Webb (una Ferrari 2015 y una Range Rover 2014), un Mercedes Benz 2003, una cuenta con US$ 401.000 a nombre de su mujer en el banco TD Ameritrade, el anillo de boda de diamantes de su esposa y once relojes, entre ellos cuatro Rolex, un Cartier y un Hublot, que aún no fue entregado a las autoridades. Además, su mujer dejará parte de sus joyas: un brazalete de diamantes, un collar de perlas y diamantes, un par de aros de perlas, y un par de aros de diamantes. Para ayudar a su marido, la doctora Gamble-Webb también puso a disposición de la Justicia dos de sus relojes: un Hublot y un Rolex. Como parte del acuerdo con la Justicia de Estados Unidos, Webb y su esposa entregaron sus pasaportes.