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Ahora más que nunca…

Manuel Lopez Mariño  |  18 de mayo de 2014 (21:00 h.)
depor mariño portada cantera

 

Muy pocas personas creíamos al principio de esta Liga la situación que ocupa el R.C. Deportivo de A Coruña actualmente en la categoría de plata del fútbol español. Muy pocas personas creíamos, hace 4 o 5 jornadas, que el ascenso iba a ser como se suele decir coser y cantar. Pero aquí estamos, a falta de tres jornadas para la finalización de la temporada regular, líderes tras sumar 3 de los últimos 12 puntos en juego, y con algunas dudas en nuestro juego.

Es cierto, que se presume trascendente el partido que juega Las Palmas esta noche en campo del Real Madrid B, y que convertirá en un logro o en un fracaso el punto logrado hoy. Pase lo que pase considero esencial que estas tres jornadas, afición, medios y el equipo se conviertan en un todo que nos lleve a Primera.

 

 

Gran partido se presumía hoy en el feudo blanquiazul entre primer y segundo clasificado de la Liga Adelante en el día de fiesta de las peñas blanquiazules. Y, como siempre, el mejor jugador del equipo (la afición) no faltó a la cita acudiendo en masa al Estadio de Riazor. Hace tiempo que esta afición demuestra su nivel apoyando al equipo tanto en nuestro estadio como por todo el territorio español.

Empezó vibrante el choque con un Deportivo ofensivo, pero que denotaba una clara flaqueza en la faceta defensiva. Perdonó un par de ocasiones claras el Eibar en botas de Raúl García y sobre todo Arruabarrena, que falló desde 30 metros a puerta vacía en un despeje de Germán Lux. No carburaba el Deportivo que logró un gol en la única ocasión clara de la primera parte, en la que un inspiradísimo Sissoko trazó un pase imposible a Ifran que remató espectacularmente a las mallas defendidas por Irureta.

 

 

El gol deportivista dejó bastante tocado al Eibar, que no reaccionó hasta la segunda parte, en la que tomó descaradamente el control del partido y contó con varias ocasiones, hasta que Jota Peleteiro marcó en jugada ensayada. Mención aparte la celebración del jugador gallego, que muestra a las claras la falta de profesionalidad y de madurez de la mayoría de jugadores profesionales. Mientras este tipo de jugadores campen a sus anchas en los estadios, es imposible que podamos contar con un derbi gallego en un ambiente de fútbol.

 

 

De aquí al final del partido, el Deportivo intentó remontar el partido con más corazón que cabeza, mientras que un Eibar ordenado contó con claras ocasiones a la contra para llevarse los tres puntos del feudo blanquiazul.

Todos juntos podemos lograrlo, y al final de la liga todos entonaremos el…

DEPOR CAMPEÓN!

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